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La sensación que tengo cuando practico yoga es algo que siempre me ha costado expresar con palabras. Conecta mi cuerpo y mi mente de una manera que me hace sentir presente, consciente y a gusto. Si bien hay múltiples elementos en juego en el tapete, uno de los factores clave que facilitan esta sensación es el nervio vago.
El nervio vago es el nervio craneal más grande del cuerpo. Se extiende por el estómago, el diafragma, el corazón, los pulmones, la garganta, el oído interno y los músculos faciales. Transmite información entre el cerebro, el sistema nervioso, los sistemas respiratorio y digestivo, influyendo directamente en el funcionamiento de todas estas áreas.
El sistema nervioso se compone de dos fuerzas complementarias pero opuestas: los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. El sistema nervioso simpático es responsable de la respuesta de " lucha o huida " del cuerpo, mientras que el sistema nervioso parasimpático está asociado con " descansar y digerir " . Los dos sistemas se alternan y cada uno desempeña funciones igualmente importantes en nuestra vida diaria. Lo esencial es que ambos puedan funcionar en el momento adecuado. Ser capaz de cambiar de simpático a parasimpático garantiza que no permanezcamos en alerta máxima todo el tiempo y que podamos relajarnos y desestresarnos adecuadamente. Poder cambiar de parasimpático a simpático significa poder pasar rápidamente de un estado de relajación y entrar en acción cuando sea necesario.
Cuando se estimula, el nervio vago tiene un efecto inhibitorio sobre el sistema parasimpático (lucha o huida), por lo que estimula el descanso. El nervio vago puede disminuir el estrés y la ansiedad, desencadenando una sensación de calma medible conocida como "respuesta de relajación".
El descanso y la relajación son dos de los objetivos principales en las prácticas de yoga restaurativo y yin. Cuando se estimula el nervio vago, estas formas de práctica de yoga pueden tener un impacto más profundo en el practicante, tanto en el cuerpo como en la mente. Ser capaz de estimular el nervio vago también puede conducir a una mayor sensación de tranquilidad al practicar la meditación.
Respiración consciente y atenta : las respiraciones lentas y profundas pueden ayudar a desencadenar la relajación. Para estimular el nervio vago a través de la respiración , presta especial atención a tus exhalaciones. Ser consciente de la duración y la profundidad de la respiración, especialmente al salir, ya que le indica a su cuerpo que está a salvo y le permite caer más profundamente en un estado de calma.
Pruebe nuestros 3 ejercicios de respiración para encontrar la calma .
Libere la tensión en el cuello : su nervio vago pasa a través de los pulmones y, por lo tanto, se ve afectado por los grandes grupos de músculos que rodean el cuello. El yoga es una excelente manera de liberar la tensión en el cuello y la garganta para facilitar la relajación (Lea 3 Posturas para alargar el cuello ). Incluso puede practicar el automasaje en esta área, enfocándose en los puntos apretados alrededor del cuello, los hombros, la mandíbula, la frente y los músculos faciales. Intente usar bolas de masaje para lugares difíciles de alcanzar.
Yoga nidra : a menudo denominado "yoga antes de acostarse", el yoga nidra es la práctica de relajación definitiva, cuyo objetivo principal es preparar la mente y el cuerpo para dormir. A través de esta práctica, ya sea guiada o autodirigida, puedes llevar tu conciencia en un viaje a través del cuerpo físico. Este tipo de práctica puede estimular el nervio vago y disminuir las percepciones de estrés emocional y físico.
Por Victoria Maybee ; Todos los derechos reservados @2021
Por Victoria Maybee ; Todos los derechos reservados @2021
