aliviar la ansiedad

La preocupación y la ansiedad ocurren cuando experimentamos miedo sobre el futuro debido a experiencias dolorosas del pasado. He oído decir que “¡si es histérico, es histórico!”. Todo lo que experimentamos está impreso en nuestra psique e incrustado en las partes físicas y sutiles de nuestro cuerpo. Nuestros tejidos guardan recuerdos del pasado.

La histeria puede surgir en un instante cuando estamos activados. Yo lo llamo “problemas en los tejidos” y es bien sabido que mantener el estrés en el cuerpo puede causar una gran cantidad de problemas de salud.

Sin embargo, si la ansiedad se manifiesta en la mente, entonces tenemos el poder de cambiarla y dirigirla. Podemos elegir en qué concentrarnos y aprender a reconocer y liberar los pensamientos que causan ansiedad. Uno de los yamas del camino óctuple del yoga es aparigraha , la práctica del desapego. Buda dice que el apego es la fuente de todo sufrimiento. Podemos apegarnos a que nuestras vidas sean de cierta manera y que las personas sean de cierta manera. Entonces, cuando/si no lo son, sentimos desilusión y tensión.

¡La preocupación y la ansiedad también surgen cuando pensamos que tenemos que resolver todo de una vez o nos preocupa no tener suficiente! Ayuda a reconocer lo que no puedes controlar y lo que puedes hacer en cada momento. Tenemos la opción de aceptar y dejar ir o resistir, agarrar y luchar por cómo queremos que sean las cosas. Uno crea facilidad, el otro malestar.

Las prácticas físicas como el yoga y correr pueden calmar la mente al aumentar el flujo de energía por todo el cuerpo. La meditación y el trabajo de respiración pueden disminuir el ritmo cardíaco, disminuir la conversación caótica en nuestras cabezas y calmar el sistema nervioso. Uno de mis ejercicios de respiración favoritos es la respiración refrescante. Pruébelo inhalando lentamente a través de la lengua enrollada y exhalando por la nariz con la boca cerrada. ¡Repita durante uno o dos minutos y observe el cambio!

Lo más importante es que aliviar la ansiedad requiere que estemos presentes en nuestras vidas, lo cual es una oportunidad para confiar en el momento nuevo y aún no experimentado, un día a la vez. Si abrazamos la realidad y nos entregamos a lo que son y no son nuestras vidas, recuperamos el poder de seguir adelante con fuerza interior y serenidad.

Por Julie Bertagna ; Todos los derechos reservados @2020