He estado trabajando con el libro de Marshall Rosenberg "Comunicación no violenta: un lenguaje de vida". Y como se puede imaginar, encaja maravillosamente con Ahimsa . Rosenberg proporciona un proceso paso a paso concreto para ahimsa, la ética yóguica de no dañar. me ha ayudado a cambiar ahimsa de un concepto abstracto a un comportamiento procesable que puedo practicar intencionalmente, fortaleciendo mis habilidades emocionales para expresar claramente cómo me siento sin culpar ni criticar. Para comunicarme con compasión.
Rosenberg define la comunicación no violenta (CNV) como la integración de:
1. Conciencia: un conjunto de principios que sustentan una vida de empatía, cuidado, coraje y autenticidad;
2. Lenguaje: comprender cómo las palabras contribuyen a la conexión o la distancia;
3. Comunicación: Saber pedir lo que queremos, escuchar a los demás incluso en desacuerdo y avanzar hacia soluciones que funcionen para todos;
4. Medios de influencia: compartir el "poder con los demás" en lugar de utilizar el "poder sobre los demás".
Independientemente de las palabras que estemos usando para expresarnos o las palabras que escuchemos que otros usan para expresarse, el proceso de CNV implica:
1. Observar sin evaluar;
2. Expresar sentimientos;
3. Reconocer las necesidades; y
4. Expresar solicitudes.
Rosenburg proporciona habilidades muy claras para aumentar la inteligencia emocional y disminuir el juicio sobre uno mismo y los demás. El claro proceso de comunicación que describe asegura que nosotros:
1. Aumentar nuestra capacidad de vivir con elección, significado y conexión;
2. Conectarse empáticamente consigo mismo y con los demás para tener relaciones más satisfactorias;
3. Compartir recursos para empoderar a otros para que todos puedan beneficiarse.
Las partes sobresalientes de la comunicación noviolenta son expresarnos honestamente a través de los cuatro componentes y recibir empáticamente a través de los cuatro componentes. La esencia de la CNV está en nuestra conciencia de los cuatro componentes, no en las palabras reales que se intercambian.
Esto tiene perfecto sentido cuando nos detenemos a considerar que más del 70% de la comunicación se produce de forma no verbal. NVC nos permite tener en cuenta las expresiones faciales, la postura corporal y los gestos para un enfoque más integral de la autoexpresión. Observar, sentir, necesitar y solicitar nos traslada a un espacio de compasión amorosa donde podemos relacionarnos con otros para nutrir conexiones fuertes y crear vínculos saludables.